Desde Opositores.net queremos completar tu proceso de estudio mostrándote las claves y consejos fundamentales que permitan adaptar tus hábitos alimenticios a los requisitos que te exige el duro proceso de opositar. Con una alimentación equilibrada y unos hábitos saludables conseguirás rentabilizar al máximo tus horas de estudio.
Vamos a comenzar este nuevo curso en el que veremos las nociones básicas sobre nutrición, los grupos de alimentos más relevantes y los sustancias y suplementos que ayudan a nuestro cerebro y que te permitirá rendir al máximo en tus horas de estudio sacando el mayor provecho.
Nuestro cuerpo no es una locomotora que se puede nutrir de cualquier tipo de carbón y funciona exactamente igual. Debemos nutrirnos del combustible adecuado para cada proceso vital. En el caso de largos periodos de estudio, conviene que apliquemos una serie de normas de alimentación para que nos resulten efectivos nuestros esfuerzos memorísticos. Para ello, podemos usar los siguientes consejos:
Esfuérzate en el desayuno
En el almuerzo no, pero en el desayuno sí que debes intentar de una forma equilibrada, que tampoco te aporte pesadez ni digestiones difíciles, que se incluyan gran parte de estos «superalimentos» cuando más lo necesitamos, que es tras el descanso y cuando comenzamos el arranque. Esto no quiere decir que te tengas que obsesionar y meter sí o sí atún entre el café y las tostadas, pero no olvidar que mucho mejor acompañar las tostadas con zumo o fruta que con bollería industrial.
Evita las golosinas
Precisamente debemos eliminar todo rastro de las grasas saturadas, muy comunes en la bollería industrial y en otros apetitosos pero nada saludables caprichos. Si nos apetece picar entre horas o mientras estudiamos, que sea con algo ligero o con frutos secos, barritas de cereales, etc.
Se creativo
Es una de las claves en cocina que todo estudiante debe aprender. Lo saludable no debe ser tratado como una religión, sino como algo voluntario con lo que sentirnos mejor y con lo que disfrutar, que al fin y al cabo es comida. Por ello, procura que tu dieta no te obligue, sino que te ayude: si no te gusta la zanahoria es tan sencillo como no comerla y optar por otra verdura o fruta de nuestra apetencia. Si quieres disfrutar de las sanas propiedades de la avena pero no sabes cómo sin aburrirte, mézclala con un yogur natural y añádele un puñado de arándanos, y así hasta que des con la combinación ganadora, la que resulta de algo sano y rico a la par.
Mantén una rutina horaria
Al igual que ocurre con el estudio, debemos fijar en la medida de lo posible un mismo horario para las comidas, convenientemente indicado para que el hambre y la ansiedad no nos afecte y perjudique nuestra concentración. Para ello recuerda que servicios como el restaurante buffet o el servicio de picnic si no nos encontramos estudiando en la residencia, te pueden ayudar a contar con un horario flexible y con la disposición de un menú sano, sabroso y nutritivo.